Un acercamiento. Un intento. Algo parecido a lo que siempre fuimos e hicimos… pero estaba claro… Era otro lugar, ambiente, energía, gente. Eso sí, siempre una casa, con espíritu juvenil. Olor a madera. Eso es arte.
Nos conectamos cuando la madera nos contó sus historias o… cuando nos insistió que contáramos las nuestras. Le gusta más escucharnos.
Comenzó todo con solo ubicar los pies, en este caso sin zapatillas o medias. Bueno, solo a veces… Dejamos que esa coreografía musical de estrellas visitara más nuestro yo interior… hasta ubicar a otras almas que estaban vibrando en colinas, valles, países. En la tierra…
Se va armando la fiesta que desenlaza la energía buena. Golpea, pero despierta a otros. Golpea e insiste. Llama y encuentra. Luz infinita. Noche con todos y canciones de la misma pureza.
Un movimiento por aquí con siluetas de apasionadas almas. Fabricantes de líneas y abstractos sentidos. Y nos vemos en nuestra caminata de eterna posibilidad. Un aliento, un hormigueo. Todo junto, arriba con abajo. ¡Sí!, “con”, no “y”… “Con” es puro y fuerte.
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Dibujo: Freepik
Noticias Mi Ciudad
Cada vez q leo un articulo me identifico. Es ver mi vidda pasar por el papel y el lapiz de alguien.
Gracias
Muchas gracias por leer. Sí, ese es el maravilloso mundo de las historias. 😀