Tomo mi maleta, la primera que encuentre. El color, la textura o el tamaño no son excusas para quedarme.
Tomo mi maleta y parto hacia los caminos más extraños. Los desafíos, las circunstancias, las personas no son excusas para detenerme.
Tomo mi maleta y busco sin buscar, simplemente me atrevo a cruzar, a respirar, a trabajar. Los miedos, la incertidumbre, el futuro no son distracciones para finalizar.
Tomo mi maleta y la lleno con las mejores experiencias.
Las vivencias, las sonrisas, los sueños y otros eventos me impulsan a continuar.
Tomaré de nuevo mi maleta, pero esta vez será diariamente.
Christy Petri (Quesada Segura)